viernes, 27 de diciembre de 2013

HABLEMOS DE LINFOMAS

Queridas damas, el tema que trataré hoy es el linfoma: un tipo de tumor (crecimiento anómalo de las células del sistema linfático). Se desconoce porque se produce este fallo en el sistema, pero si he de deciros, que en esta ocasión, afecta más a hombres que a mujeres. Hay numerosos artículos y webs que hablan de esta enfermedad, pero cómo tuve una experiencia muy cercana intentaré ilustrárosla. Un día te levantas y te notas un bulto en el cuello, móvil, y que en pocos días crece.Otros pacientes pueden encontrarlo en axilas o ingles. Lo lógico es pensar que tienes inflamado un ganglio, pero lo último que se te pasa por la cabeza siendo joven, sana y deportista es que sea la primera alarma de que tienes un tumor. El primer paso ir al médico de cabecera, normalmente éste suele pedir una placa de tórax. En el caso que os relato, en la placa se observaba en el mediastino (a la altura del pecho) una masa tumoral. Por lo que el siguiente escalón fue pedir cita con el neumólogo. Citación 3 meses después. Haciendo uso de los contactos del sector, conseguí acelerar el proceso. No se me olvidará jamás la cara del Dr. Javier García Pérez (Neumólogo del Hospital de la Princesa de Madrid) nada más poner la placa al trasluz. De manera instantánea supo exactamente el caso que tenía delante. Es vital la manera en la que se le traslada al paciente que tiene y como atajarlo, en este caso recuerdo un planteamiento extremadamente profesional, claro y asertivo. Desde ese momento comenzó un camino complejo llamado Linfoma de Hodgkin (con un alto porcentaje de cura).También existe el Linfoma no Hodgkin con un peor pronóstico.A pesar de las buenas expectativas, no dejas de pensar que estás hablando de CANCER, y en este siglo, aun escuchar esta palabra es sinónimo en nuestra cabeza de muerte. Por eso el trabajo psicológico diario individual y del entorno más cercano es muy grande. Los primeros pasos, extirpar el ganglio, dejar de fumar ( puesto que este factor aumenta el riesgo enormemente) y biopsia de médula ósea. Quimioterapia, pérdida del pelo, radioterapia y una dieta específica para el paciente. Cada persona es un mundo, cada cuerpo reacciona de una determinada forma y la manera de afrontar esta situación es muy importante. Esencial mantener el ánimo, la fuerza, y confiar en tu hematólogo para alcanzar el objetivo: la remisión total. Revisiones periódicas que se van espaciando en el tiempo hasta que tu linfoma es un residuo, cómo una pequeña bola de papel albal, tan comprimida, que vive para siempre dentro de tí, latente, el único vestigio de que un día pasaste por ello. Atención si eres mujer y te lo diagnostican estando embarazada,el linfoma suele darse en edad joven que suele coincidir con el periodo de fertilidad de la mujer. En este caso el tratamiento ha de ser individualizado, y es el especialista el que conjuntamente con la paciente debe decidirlo.

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