viernes, 28 de marzo de 2014

PERDIDA DEL DESEO SEXUAL (AULA DE SEXUALIDAD CON LA DRA. CASTAÑO)

Una vez más, contamos con la colaboración de la Dra. Castaño para comentar un tema de interés para aquellas parejas que crean haber perdido el apetito sexual. Durante esta entrevista la Dra. Castaño hará un repaso a las preguntas más relevantes relacionadas con la falta de deseo sexual.
Cuando un paciente o una paciente, nos cuenta que tiene un problema sexual, suele aparecer en algún momento del proceso la frase…¡y ya no tengo deseo ni interés por el sexo!. La inhibición del deseo puede surgir a causa de problemas orgánicos, como consecuencia de síntomas sexuales de orígen psíquico, o debido a conflictos de relación; en muchas ocasiones la pareja consulta porque no tienen sexo pero no lo relacionan directamente con conflictos de pareja y/o de convivencia, sino más bien con su incapacidad para comunicarse emocinalmente, evitando y/o rechazando cualquier acercamientoe, lo que crea actitudes que bloquean la comunicación.
¿Cómo se manifiesta esa falta de deseo? Ante esta situación, los dos miembros de la pareja evitan la relación sexual porque no les resulta placentera y se instalan en la certeza de que algo no funciona, sus reacciones se manifiestan como sufrimiento en forma de dudas y conflicto consigo mismo, y su estado de ánimo está teñido de añoranza y un sentimiento de aburrimiento. Sin embargo, el aburrimiento por sí solo no puede servirnos como explicación de las inhibiciones del deseo, es un sentimiento enormemente complejo que se relaciona con hastío, pero no significa ausencia de estímulos ya que la monotonía y la rutina no explican todos los aburrimientos, tiene que ver más con cansancio, decepción, sentimiento de indefensión o de incapacidad.
¿Qué entiendes tú por falta de deseo sexual? Del mismo modo que entiendo el deseo en general como un dispositivo mental, un estado de ánimo y, asimismo, como un síntoma de vida aceptando plenamente el compromiso que supone implicarse en el hecho de vivir, con sus complejidades, tensiones y riesgos, me planteo también la falta de deseo sexual, no como clasificación de una disfunción o trastorno sexual, sino como un síntoma de algo que no está funcionando en la pareja y que el paciente suele manifestar con preocupación, inseguridad y bastante curiosidad.
¿Qué es el deseo sexual hipoactivo? La principal característica de este trastorno que es reconocido por el DSM-V, es la ausencia de fantasías sexuales y de deseos de actividad sexual. El paciente se suele definir a sí mismo como apático o con falta de interés por el sexo, no tiene ninguna motivación en ese sentido. Esta falta de deseo puede ser global, y abarcar todas las formas de expresión sexual, o situacional, y estar limitada a una pareja o a una actividad sexual, por ejemplo, al coito pero no a la masturbación. El paciente no suele, además, prestar atención a los estímulos eróticos, ni se siente frustrado en caso de privación sexual, tampoco suele iniciar casi nunca la relación sexual y, si la lleva a cabo, es sólo, cuando la pareja es quien la decide o la pide. No podemos utilizar, no obstante, como criterio para este diagnostico el número de veces que se mantienen relaciones, cuya frecuencia generalmente es baja.
¿Son parejas que presentan una ausencia de erotismo? Sí, totalmente, hay una inhibición del erotismo, una ausencia total de expresiones eróticas, empezando por la incapacidad para seducir a la pareja, una ausencia total de seducción en el plano sexual.
¿Qué es el erotismo? El erotismo se caracteriza porque la pareja utiliza un lenguaje y gestos espontáneos y también por la sintonización, cuando dos se enamoran y se atraen parece que padecen trastornos de la atención pues no pueden dejar de dirigirse el uno al otro, y lo hacen sin que eso suponga un esfuerzo, el enamorado anhela ser deseado y pensado por su pareja como un ser especial y único a sus ojos. Desde los primeros encuentros sexuales, la pareja va creando una dinámica en la que disfrutan manteniéndose en contacto, utilizan el habla de los enamorados que es más comunicativa que informativa y, en gran parte, inconsciente “...despiertas en mí la mejor versión de mí mismo”, se dicen, no dicen nada pero no paran de hablar. En una relación donde predomina la trasgresión de las reglas, de los tabúes, del orden, es el juego máximo y se tiene la creencia de que es un juego muy placentero y atractivo porque no responde a ningún tipo de reglas, a diferencia de la relación en pareja que se asocia a normas y reglas adaptadas a la realidad. La relación sexual es una experiencia emocional única, intensa, creativa y transformadora, una experiencia humana y animal a la vez, por eso es tan atractiva o incluso podríamos decir, tan adictiva, pero cuando se instala la falta de deseo lo primero que se pierde además de la capacidad de seducción, es también, esa sensación animal que se tiene al practicar sexo.



lunes, 24 de marzo de 2014

LOS HOMBRES MUEREN ANTES PERO PASAN MAS TIEMPO SANOS

Las mujeres mayores de 65 años pasan más años de su vida con peores condiciones de salud que los hombres, según un análisis realizado por los organizadores del XIV Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer, SAMEM 14, celebrado del 19 al 21 de febrero en Madrid. Aunque la esperanza de vida es mayor que el hombre, la calidad de vida es peor.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a los 65 años, los varones viven el 51,9% el resto de su vida en buena salud frente al 40,4% de las mujeres. Esta peor salud de la mujer se debe “a la peor calidad de vida que sufren con respecto a los hombres a medida que van envejeciendo”, comenta el doctor Santiago Palacios, director del Instituto Palacios y coordinador de SAMEM 14. Los últimos datos del INE muestran que la percepción del estado de salud de hombres y mujeres disminuye con la edad y siempre es peor en el caso de ellas. “Su vida se extiende unos 25 o 30 años después de la menopausia y suelen vivir un promedio de seis años más que ellos en los países desarrollados, pero no en buenas condiciones.
Por eso es imprescindible llevar a cabo medidas de prevención que contribuyan a mejorar su calidad de vida y, en consecuencia, su estado de salud”, asegura el doctor Palacios. Uno de los retos que se plantearán en SAMEM 14 es “identificar a aquellas mujeres con factores de riesgo que se encuentran en la posmenopausia”, según su coordinador. Esas medidas deben ir encaminadas a “difundir información sobre el envejecimiento normal, centrar la atención en los principales problemas de salud con la edad y orientar la investigación a mejorar su estado de salud con estudios que aumenten el número de mujeres en ensayos clínicos”, indica. Para ello hay que tener en cuenta también las diferencias genéticas, hormonales y sociales entre ambos géneros, “lo que a menudo no sucede”, advierte. Las diferencias genéticas desde la fecundación originan “un desarrollo del sistema nervioso central distinto, lo que mantiene las diferencias en la función neuronal, modula el comportamiento, la fisiología cerebral y las funciones neuroendocrinas”, comenta el doctor Palacios. Todo esto podría explicar “la mayor prevalencia femenina de la osteoporosis o la depresión, la diferencia en la evolución de ciertas enfermedades cardiovasculares, o el diverso comportamiento de los analgésicos”, añade. Diferencia de patologías También existen diferencias por género en las patologías crónicas. Las más frecuentes en el femenino son la artrosis o reumatismo, el dolor de espalda crónico lumbar y el dolor de espalda crónico cervical. En cuanto a las causas de muerte, la principal en las mujeres son las enfermedades del sistema circulatorio, seguidas de los tumores (al contrario que los hombres). “El problema son las cargas familiares, del hogar, etc.; que acaban soportando las mujeres en su mayoría y que les resta tiempo para su cuidado personal”, indica el doctor Palacios. El tiempo medio dedicado por las féminas al hogar y la familia es de cuatro horas frente a las dos de los varones y las excedencias para el cuidado de familiares es casi seis veces superior (5.245 frente 877 en 2012), según el Instituto de la Mujer. Además, ellas son más dependientes. Según el INE, tienen mayor dependencia funcional para el cuidado personal, para las labores domésticas o para la movilidad. También sufren más discapacidad que los hombres de su misma edad y la diferencia es más pronunciada con el envejecimiento: de 65 a 74 años la sufren un 30% de ellas frente a un 22% de ellos. Entre los 74 y los 84 años la padecen la mitad de las mujeres frente a un tercio de los varones, según esta fuente. Entre los determinantes sociales que contribuyen a “empeorar la salud de las féminas se encuentran la pobreza económica ya que, al hacerse mayores, suelen tener peores pensiones y mayor escasez de recursos, lo que dificulta su acceso a la sanidad y a determinados alimentos o medicamentos”, asegura el doctor Palacios.

viernes, 14 de marzo de 2014

PRESENTACION WEB: ELLA Y EL ABANICO



Queridas damas,el día 10 de abril se presenta en Madrid la web:
Ella y el abanico, dirigida por Montse Roura.
En la presentación se contará con la presencia de periodistas y ponentes de altura, una velada que promete ser interesante y agradable, dónde el centro de atención será LA MENOPAUSIA, una etapa crucial en la vida de toda mujer. Desde Ella y el Abanico se realiza una gran labor desde 2010, encaminada a dignificarla, informando, asesorando y apoyando a la mujer.
El Dr. Palacios, creador de la primera Unidad de Menopausia en España, participará en la misma cómo ponente, identificando los síntomas más frecuentes, así cómo la Dra. Castaño encargada de abordar la sexualidad en este momento tan importante de la vida de toda mujer. 




Cabe destacar la participación de Carlos Olalla, quizás de las primeras ocasiones en las que un hombre expone su punto de vista sobre la andropausia en público. Para ello utiliza un título muy sugerente:
"Lo que el viento no se llevó".
Os adjunto el programa.




Desde LaDamaSana os animamos a que asistáis a este evento y conozcáis más sobre la menopausia y
Ella y el abanico. Además se realizará el sorteo de varios regalos.
No olvidéis confirmar vuestra asistencia en la web: www.ellayelabanico.com.

sábado, 8 de marzo de 2014

MALTRATO PSICOLOGICO EN LA PAREJA, REFLEXIONES DE UNA PSICOLOGA (DRA. CASTAÑO)

NO A LOS MICROMACHISMOS NI A LA VIOLENCIA DE GENERO
 Debido a mi trabajo estoy en contacto directo con todo tipo de maltrato hacia las mujeres y vengo observando que no sólo una gran parte de la población (hombres como mujeres) no acaba de entender el verdadero alcance de la violencia de género, sino que es muy díficil detectarla y muy fácil cerrar los ojos hacia este tipo de violencia por lo que resulta muy complejo prevenirla.
 Cuando se habla de violencia de género se suele tener en mente la imagen de una mujer muerta, o golpeada fisicamente, por lo que todos solemos distanciarnos de esa imagen diciéndonos a nosotros mismos: “yo no soy esa, a mi no me pasa eso, o bien, yo no pego a las mujeres, no les pongo la mano encima”… lo que me recuerda a dos mujeres maltratadas que conocí en diferentes circunstancias y que voy a tomar como ejemplo de lo que quiero transmitir.

 Hace años tuve la ocasión de asisitir junto con un grupo de mujeres de distintas profesiones a una comida con las mujeres que vivían en La casa de Acogida para la Recuperación Integral de la Mujer Maltratada, que dirigía la presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas Ana María Perez del Campo, ella quería que conocierámos la situación real de la casa de acogida, y allí me encontré con un gran número de ellas, unas con hijos otras no, cada una con una historia realmente dramática. Recuerdo a una de ellas, de unos 40 años, con una mirada de una tristeza infinita, que tenía una profesión liberal, era universitaría como yo, había tenido una “vida normal” como la mía hasta que… sin saber ni cómo ni cuando, había empezado a ser despojada de todo lo que nos constituye como seres humanos: la confianza básica en el mundo y la esperanza de que somos valiosos para los demás y para nosotros mismos; nunca podré olvidar su mirada, estaba ante una mujer que había recibido todo tipo de palizas y vejaciones y que había tenido que admitir que había sido maltratada y debía hacer todo lo posible e imposible para salir adelante y necesitaba todos los recursos sociales y legales para hacerlo.

 Pero también tengo en mente a una paciente mía que traté al comienzo de mi práctica como psicoterapeuta y sexóloga… una mujer de 35 años que consultaba porque no podía tener relaciones sexuales completas. Mi paciente también tenía la mirada triste como la mujer de la casa de acogida, con un gesto de apatía y dolor a la vez, y al hacer la historia clínica me encontré con los cuatro elementos fundamentales que intervienen en el maltrato psicológico: aislamiento del entorno, seudocomunicación y falta de intimidad, hipercontrol y abuso de poder, y ya entonces pude comprobar cómo hay que realizar un trabajo terapéutico de extrema sensibildad para que esta mujer pudisese detectar su maltrato sin sentirse violentada por una terapeuta que sabía antes que ella que lo que sufría era un vaginismo pero… eso era sólo el síntoma, la forma que tenía ella de protegerse contra un maltrato de diez años de desprecio, manipulación y abandono por parte de su pareja.
 El origen del maltrato siempre lo vamos a encontrar en la sociedad, tal como denuncia Naciones Unidas, ningún país en el mundo trata igual a mujeres y hombres, y es muy difícil de detectar, por ejemplo, según datos del Instituto de la Mujer, cerca de 1.500.000 mujeres no reconocen ser maltratadas frente a 650.000 que sí lo admiten y esto se debe fundamentalmente a que solemos buscar un perfil de maltratada o de maltratador y nos olvidamos del perfil del maltrato.

 No hay un perfil de mujer maltratada: todas podemos serlo, aunque ninguna (nadie) es masoquista y de hecho ya en la clasificación psiquiatríca de enfermedades mentales, el DSM-4, y ahora el DSM-5 (2013) se ha eliminado este apartado del masoquismo precisamanente porque se llegaba a decir que a la mujer maltratada le gustaba sufrir, lo que no tiene fundamento alguno.
 No hay un perfil de hombre maltratador: todos pueden serlo, de todas las edades y clases sociales, de todas las creencias religiosas e ideologias, analfabetos y con tiltulo universitario, pero todos educados en la masculinidad tradicional patriarcal compuesta por valores, creencias, actitudes y conductas que persiguen el poder y la autoridad sobre las personas que consideran más débiles.
 Sí hay un perfil del maltrato: son los niños y niñas que han sido educados en los estereotipos de género, sustentados en mitos patriarcales basados en la supremacía masculina y la disponibilidad femenina, que funcionan como ideales de cómo ser un verdadero hombre y cómo ser una verdadera mujer con roles totalmente separados, rígidos, distintos y discriminatorios para las niñas.

 Los estereotipos de género son muy díficiles de detectar porque el género es invisible como el aire que respiramos, no somos conscientes de que lo necesitamos hasta que lo echamos en falta del mismo modo que no somos conscientes de lo que significa ser mujer hasta que nos vemos envueltas en situaciones de marginación, maltrato o desprecio por el mero hecho de serlo o lo qué significa ser hombre hasta que es denunciado por abuso de poder y violencia con la pareja.
El género se transmite a través de los padres y familiares ya en los dos o tres primeros años de vida, que es cuando el niño y la niña aprenden el sentimiento íntimo de ser niño o niña y lo que esto significa a nivel social. La transmisión del género, que en realidad es la cultura de cada grupo social y cada familia, no se hace a través de la lógica y la conciencia sino de las emociones y sentimientos que se transforman y constituyen las ideas, las actitudes, los hábitos y los estilos de vida, por lo que es muy interesante detectar y prevenir desde la infancia y sobre todo entre los adolescentes los micromachismos que describió el terapeuta Luis Bonino en los años 90, y que son la antesala de la violencia.
 La prevención de este tipo de violencia requiere educación, legislación y políticas que garanticen la igualdad y los derechos de las mujeres y además, que se aborde en el día a día en cualquier ámbito de la sociedad, como se está haciendo en el terreno de la psicología clínica, la psicoterapia y la sexología, introduciendo el enfoque de género en cada tratamiento, lo que supone sumar en vez de restar. La introducción del enfoque de género en una historia clínica supone un gran avance para la detección y el tratamiento e implica no estudiar sólo a la mujer aislada de su entorno, sino a la mujer y la manera en que se relaciona en la convivencia, en la intimidad y en el sexo.




martes, 4 de marzo de 2014

VIOLENCIA DE GENERO (REFLEXIONES DE UN GINECOLOGO)

En el marco del congreso SAMEM el Dr. Jose Luis Neyro (Ginecólogo en el Hospital de Cruces, Bilbao) hizo una brillante exposición sobre la visión del especialista de la violencia de género. Comentaba que no encontraba la manera de abordar su charla, y decidió hacerlo con un testimonio real, de una paciente. Copié algunas de las frases de aquella paciente a la que nunca le pondremos rostro, pero sus palabras dejaron huella en mí y en todos los asistentes:
 Me enseñaron lo que es la vergüenza. Me enseñaron que lo que deseo es sucio. Aprendí a no hacer lo que me apetecía por vergüenza. Dejé de pedir ayuda, de ir a la playa, de bajar a la calle despeinada. Dejé de decir y admitir que estoy asustada... Ahora no tengo tiempo para sentir vergüenza porque tengo que vivir.
 Lamentablemete la violencia de género es transversal, no distingue de niveles socioeconómicos ni de territorios. Por extraño que parezca el protagonista de la Violencia de género no es la mujer maltratada, sino el varón violentador. Su perfil está bastante definido:
 
  Posesivo, exigente, dominante. No sólo por su ADN sino también por su educación.
  Egocéntrico, manipulador.
  Mal temperamento, intolerante con el fracaso.En su casa nunca escucharon "esto no lo puedes hacer"
  Tendencia a ridiculizar o humillar.
  Controlador o control paranoide.
  Violento y agresivo, buscan hacer dependiente a la otra persona.
  Desarrolla un apego infantil. Trata de asegurar la pieza que considera suya.

 Conductas habituales que pueden ayudarte a reconocer a un maltratador: Abuso verbal, abuso económico, aislamiento, restringe relaciones sociales. Intimidación, estado de alerta constante, amenazas, desprecio y abuso emocional. Negación, minimización y culpabilización.
 Aunque nos centremos en la violencia de género, existen otros muchos tipos de violencia: en las citas románticas, doméstica, entre parejas del mismo sexo,sexual, contra mujeres refugiadas, emigrantes y contra la mujer en el trabajo. En una palabra: VIOLENCIA.

 En todo este proceso se genera un "enganche en espiral diabólico", que sólo se rompe con la denuncia.
Los medios, redes sociales...son responsables en gran medida de que se haya desvirtuado la imagen del chico ideal, posicionando entre los adolescentes este prototipo: seguro de sí mismo, sabe lo que quiere, no admite un no por respuesta... cómo cuestionaba el Dr. Neyro ¿realmente un chico de 15 años puede tener todas estas características? Se está educando a los niños en una masculinidad mal entendida, el niño sensible, inteligente, estudioso que sí es el chico real, actualmente se esconde, porque se aleja del prototipo establecido.
Para finalizar y por ser positivos cómo indicaba el Dr. Neyro en su ponencia, parece que el número de víctimas mortales va descendiendo, 44 mujeres en 2013 vs 52 en 2012, 61 en 2011.Aun así, 44 son demasiadas.
 Sigamos haciendo ruido, mucho más ruido, NO A LA VIOLENCIA.