miércoles, 30 de abril de 2014

SINDROME DE PERMAYOUTH

Para las que no conozcáis este término, el Síndrome de Permayouth hace referencia al grado más extremo de obsesión por mantener un físico joven.
Si observamos a nuestro alrededor encontraremos personas que viven totalmente obsesionadas por barrer el paso del tiempo. El reloj corre en contra de todos, y aunque cada individuo tiene una naturaleza propia, una genética mejor o peor que nos hace conservarnos en un estado u otro, lo inevitable es envejecer.
Pero el gran reto no es ganarle la batalla al paso de los años, sino ir acomodándose a cada edad, a cada etapa. Y una cosa no quita la otra, siempre defiendo que hacerse retoques para encontrarse bien con uno mismo es una gran opción, incluso os lo he recomendado en varios post, siempre y cuando no roce lo extremo y pasemos más tiempo haciéndonos tratamientos que disfrutando de la vida. El problema reside en la cabeza del individuo, en la aceptación de uno mismo y para eso no hay cirujía posible.
Este perfil de personas depositan el peso de su felicidad en verse más jóvenes, pero los profesionales indican que alargar una apariencia joven durante más tiempo no es sinónimo de garantizar la felicidad. Nunca estarán conformes con la imagen que les devuelve el espejo y querrán más. El no obtener el resultado buscado desencadenará frustración, insatisfacción e incluso estados de angustia.
Si tu profesión es ser actriz, modelo, presentadora,...podemos entender que tengas que realizar un cuidado más exhaustivo de tu imagen, pero si eres una persona normal, con una profesión y vida normal y quieres verte bien, ¿quién no quiere sentirse agusto con una misma? tan sólo lleva una vida saludable, alejada del sedentarismo y si quieres hacerte algún retoque hazlo!!! pero en término de rentabilidad energética y salud os aseguro que es mejor aceptarse tal y cómo uno es y disfrutar de la vida.
El otro día le escuché a un actor que comentaba que en una ocasión estando en maquillaje le preguntaron si le disimulaban las patas de gallo y él contestó: Ni hablar!!! con lo que me ha costado tenerlas...quitarle las arrugas de los ojos a un actor es restarle expresión. José Coronado. Bravo por su respuesta.
Ocurre lo mismo con la vestimenta, el pelo y los lugares que frecuentamos. No podemos pretender hacer a los 50 lo que corresponde experimentar entre los 20-30, si no lo hiciste BAD LUCK!! pero cada uno debe vivir acorde a su edad. Y qué me decis de esas mujeres que las ves de espalda, delgadas, melenas de quinceañeras, ropa de teenager y cuando se giran su rostro está completamente arrugado, con un rostro avinagrado, han perdido toda la lozanía.
Por eso hay un refrán muy sabio que dice: Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Optemos por el camino adecuado, en sentido contrario necesitaremos terapia para reorientar nuestro cerebro hacia el proceso de aceptación del paso del tiempo. Disfrutad vuestra vida!!! Sed felices, fuera complejos y obsesiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario